A pesar de que el acné puede darse por diferentes factores como la alimentación, el estrés o incluso causas genéticas u hormonales, el controlar el nivel de grasa en tu cara te ayudará a minimizar este problema.
LIMPIEZA FACIAL
Uno de los pasos más importantes. Evita la acumulación de suciedad y el exceso de grasa, es indispensable que laves tu cara por lo menos en la mañana y en la noche. Elige geles limpiadores especiales para piel mixta a grasa que te ayuden a equilibrar la cantidad de grasa y mantener tu piel siempre fresca.
Realizar exfoliaciones una o dos veces a la semana te ayudará a remover grasas y células muertas más profundas, además de que combatirás los puntos negros.
El tónico facial es un paso que siempre nos saltamos, pero realmente hace la diferencia, más en este tipo de pieles. El tónico te ayuda a cerrar los poros después de la limpieza, equilibra el PH de tu rostro y prepara tu piel para recibir el tratamiento.
HIDRATACIÓN
Una vez que tu piel este limpia, es el momento de hidratarla. Aunque tengas la piel mixta o grasa, ¡no te puedes saltar la hidratación! Busca una crema de textura ligera, hay algunas con tecnología crema-gel que hidratará tu piel y la dejará fresca al mismo tiempo.
Deberás repetir la hidratación 2 veces al día, por la mañana y por la noche.
PROTECCIÓN
No olvides que tu piel debe estar protegida todo el día de los rayos del sol; así que salgas o no de tu casa, aplica una crema con filtro UV o un protector solar directo todos los días. También puedes optar por usar una BB Cream o base de maquillaje que incluya protección solar.
Recuerda que lo más importante es la constancia, si mantienes una piel siempre limpia y correctamente hidratada es muy probable que poco a poco tu rostro comience a lucir cada vez más liso y libre de imperfecciones. Complementa tu rutina facial con hábitos saludables. ¡Notarás más rápido la diferencia!